Tengo 43 años. Vivo con mi marido y mis dos hijos. A los 27 fui diagnosticada con un trastorno bipolar. Escondí mi diagnóstico a amigos y compañeros de trabajo durante años por miedo a que me etiquetaran.
He tardado 15 años en darme cuenta de que el estigma empieza por nosotros mismos, y que si no empezamos por aquí, será difícil que la sociedad cambie y deje de discriminar a las personas que tienen un problema de salud mental.
Sí, han pasado 15 años, pero estos años me han permitido conocerme a mí misma. Ahora hablo abiertamente de mi historia y me mantengo firme en la lucha contra este autoestigma. Y es que la vida es un proceso de adaptación a los cambios de nuestro entorno. Y la aceptación y superación de nuestros propios límites es la forma de conseguir avanzar por ella.
En Obertament, he encontrado la forma de contar a la sociedad mi experiencia y también de contarlo a mi entorno más cercano; a gente que me quiere y me acepta tal y como soy. Me ha costado tiempo, pero “dar la cara” me ha permitido sentirme mejor conmigo misma y superar los límites que yo misma me había puesto.
Cargando, un momento, por favor