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Si hablamos de la opresión de la mujer diagnosticada de trastorno mental, hablamos de una doble opresión. La que siente por ser mujer y la que siente por su diversidad mental.
Llegué visiblemente más delgada, introvertida, asustada. Las amigas se apartaron de mí porque aunque no sabían qué me pasaba, debieron pensar que era contagioso.
En aquellos problemas de salud mental que se acompañan de un episodio traumático, el feminismo nos liberó de la culpa: no somos culpables de si abusan de nosotras, nos agreden, acosan, violan o ningunean. No todas las víctimas terminan con trastorno mental, pero para aquellas que sí lo hacen quitarse la culpa es fundamental
Está bien, quédate conmigo / pero si llaman a la puerta / si llaman a la puerta y resulta que es él / déjale entrar y sal de mi cama
Sé que voy a aprender a quererme y tengo pleno derecho a obtener ayuda, social, sanitaria y familiar para poder realizar mis sueños, incluido tener hijos, igual que cualquier otra persona.
"En mi entorno, las personas se comportaban de forma muy amistosa y amigable conmigo, y conseguí crear un buen ambiente. Pues bien, llegó la frase maldita: "consideramos que no eres apta psicológicamente para seguir aquí"."
"Jo sempre havia sentit parlar del tema de la depressió. No entenia res, de vegades no entenia per què hi havia persones que estaven de baixa tant de temps. I ara que ho he passat ho he entès més."
"Em fan pensar que mai podré treballar de fuster, i decideixo provar de tornar a la universitat per acabar una formació acadèmica per poder treballar després. Durant el curs següent intento mantenir la il·lusió i l'esforç, tot i sentir-me discriminat. Però la pressió se'm fa insuportable."
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