Podría enumerarlos, anorexia, bulimia, trastorno obsesivo, trastorno límite, pero al fin y al cabo el nombre no importa tanto, para mí son distintas maneras en que uno aprende a sobrevivir, estrategias auto destructivas que aprendes a falta de otras, más adaptativas o sanas, ante el miedo al descontrol, el vacío, la soledad, el rechazo, temores comunes a todo ser humano.
Y desde ahí es difícil digerir la falta de empatía de algunas personas tanto del ámbito de los propios servicios sanitarios y de los cuerpos de seguridad, como en la calle, caras estupefactas ante lo que es simple sufrimiento humano, caras de miedo, de burla incluso. Claro que a veces te encuentras todo lo contrario y la solidaridad de quién en un momento de pánico o crisis te tiende la mano, en sentido metafórico o literal, puede sanar más que muchas terapias.
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